domingo, 12 de abril de 2015

Sobrealteración actitudinal

El comportamiento de una persona cambia dependiendo de dónde o con quién esté. Uno no se porta igual cuando está en la cafetería con su mejor amigo, que cuando está en el asilo con su abuelo. Pero hay algunos seres humanos que se dejan afectar demasiado por el entorno, y que son capaces de transformarse en una persona totalmente diferente en cuestión de milisegundos:

La sobrealteración actitudinal ocurre cuando una persona se siente observada, creyendo que alguien está pendiente de ella y de su comportamiento, lo que provoca en dicha persona la necesidad de sobreactuar o fingir una actitud perfecta para que aquellos que están pendientes de ella, se sientan atraídos y le admiren.

En otras palabras, que cuando alguien se da cuenta de que otro le está mirando, su comportamiento cambia drásticamente y se vuelve imbécil al momento. Y todo porque sabe que alguien le está mirando, y no puede permitirse quedar mal delante de él. 

Si voy con mi amigo Juan por la calle hablando sobre Star Trek, y pasamos por delante de un grupo de chicas, mi amigo Juan se altera y su forma de hablar cambia. Incluso cambia de tema para que las chicas no le escuchen hablando de Star Trek y no lo tomen por friki. Él quiere gustarle a las chicas, y por eso cuando pasamos por delante de ellas, él cambia su actitud haciéndose el interesante y el duro. Luego, una vez pasamos el grupo de chicas y seguimos andando, él vuelve a la normalidad y seguimos con nuestra conversación sobre Star Trek por donde mismo lo habíamos dejado. Y ahí vemos cómo Juan se ha visto afectado por la sobrealteración actitudinal. Cuando ha visto que alguien le estaba mirando, ha cambiado. Cuando ya no le miraba nadie, ha vuelto en sí. 

Esto se empeora cuando aquel que te observa, es aquel que te gusta. Cuando notas que ese "alguien" que te gusta te está mirando, inmediatamente tu comportamiento y tú os volvéis imbéciles.

Si estoy con mi amiga Laura en el metro, y detrás de ella hay un tío que le gusta, ya debería ir perdonando a Laura por la actitud de idiota que va a tener en los próximos minutos. Laura, para captar la atención del muchacho y gustarle, empieza a sonreír más de lo normal. Cuenta chistecitos que le provoquen risa, porque piensa que sonriendo el muchacho pensará "Oh, qué risueña, me encanta cuando sonríe", cuando en realidad el tío está pasando de su cara. Además, cuando Laura se ríe, no lo hace de espaldas a él, sino de perfil y enseñando su perfil bueno, para que el muchacho la vea bien. Aparte de sonreír exageradamente sin motivo, también pierde el hilo de sus conversaciones porque solo está pendiente de gustarle al otro y que él la vea bien, y no de lo que está hablando contigo. 

Yo veo que Laura se pone tonta, que se ríe ella sola sin motivo ninguno, que cuando hablamos fuerza su voz para decir las cosas bien y para colmo lo hace subiendo el volumen para que el muchacho la escuche... Y ese cambio en su forma de ser, me asusta.

( FFFFFSHHHHHH )

Las puertas del metro se abren y el muchacho se va. Ahora Laura empieza a hablar conmigo como si no hubiera pasado nada, y con el mismo comportamiento de siempre. WTF. Eres más falsa que Judas el Iscariote y to' su simiente. ¿Te crees que no me he dado cuenta? ¿Te crees que el muchacho no se ha dado cuenta de que estabas intentando cortejarlo? ¿Te crees que todo el vagón del metro no se ha dado cuenta de tu drástico cambio de actitud cuando estaba el muchacho detrás y cuando no? Has sido víctima de la sobrealteración actitudinal, Laurica mía. S'ha notao.

Debería importarnos bien poco el quedar bien delante de los demás o gustarles. 
No porque haya alguien al lado tuyo tienes que volverte más guapo, más culto o más gracioso así de golpe. 
Si no le gusta lo que ven, viento fresco.

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