lunes, 19 de enero de 2015

El comentario de la falsa inclusión

Lo bueno de ser antisocial es que, cuando estás en un sitio público o con mucha gente, tú no hablas y por tanto escuchas el doble: escuchas incluso cosas que para todos los demás pasan desapercibidas. No quiero que confundáis el "escuchar atentamente vuestro entorno" con el "cotillear". Son cosas diferentes. En muchas ocasiones en las que yo estaba rodeado de gente, he podido analizar bastantes cosas del comportamiento y de las conversaciones que los humanos tienen entre sí. 

Todos sabemos que hay seres humanos por naturaleza tocapelotas y que piensan que lo saben todo. Una de las cosas con las que más disfruto cuando escucho a dos humanos hablar, es lo que he llamado "el comentario de la falsa inclusión" (o "comentario pa' hacerse el listo", para los que tenéis un vocabulario de esfera inferior). 
"Hay personas que, cuando alguien les habla de un tema concreto, sienten la necesidad de decir todo lo que saben de ese tema para hacer creer a la otra persona que ellos también saben de eso, cuando en realidad no saben nada pero su orgullo les impide admitirlo."
Por ejemplo, digamos que Pedro no tiene ni idea de matemáticas, pero conoce palabras como "logaritmo", "ecuación" o "integral", y hace tiempo que no ve a su amigo Juan, que está estudiando Matemáticas en la universidad:

Pedro: Qué, Juan, qué haces ahora?
Juan: Estudio Matemáticas en la uni, ¡pero es muy difícil! (aquí hay otra teoría que explicaré otro día)
Pedro: Claro, ya me imagino. Con los logaritmos, ecuaciones, integrales y todo eso...

Ahí es cuando Pedro ha introducido el comentario de la falsa inclusión: ha querido "incluirse" en los conocimientos de Juan, ha dicho todo que sabe acerca de las matemáticas para hacer creer a Juan que sabe de matemáticas, cuando en realidad...

Juan: ¡Ya ves, Pedro! Por cierto, sabes lo que es una integral?
Pedro: No.

¡JJJJJJJJJJÁH! Tu comentario de FALSA inclusión ha sido descubierto y usado en tu contra. Has querido hacerte el listo delante de Juan, haciéndole creer que tú también sabías matemáticas cuando en realidad, tanto tú como él sabíais que no. Pero tu orgullo te ha hecho decirlo, porque haber confesado que no tienes ni idea de matemáticas te habría hecho sentirte inferior, pero eso es algo impensable para ti, verdad? ANTES MUERTO QUE ADMITIR QUE NO SABES.

Y así va el mundo, todos saben mucho pero ninguno sabe nada
Tos flipaos.

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